La Nutrición se refiere al uso celular de los elementos bioquímicos esenciales para el mantenimiento de la vida.
La
Alimentación es el proceso de la digestión en el tubo digestivo, donde se transforman
los alimentos ingeridos en nutrientes.
La
Dieta se refiere a la elección de los alimentos que se ingieren. Y es el único proceso
que puede ser consciente y voluntario.
La
nutrición
se produce en las células. Es la utilización de los elementos esenciales para
la formación de estructuras. En el ADN del núcleo de la célula, menos del 2% de
los genes están activados codificando las 100.000 proteínas que rigen la vida y
el resto de los genes regulan la producción de estas proteínas. En la membrana celular
se produce el contacto con el entorno celular y, gracias a los receptores y los
canales de entrada, se permite el paso de los elementos esenciales:
- Sacáridos: glucosa, fructosa, galactosa, etc. Constituyen la fuente de energía necesaria para que se realicen los procesos celulares al contribuir con el carbono, hidrógeno y oxigeno (C, H, O) en su composición.
- Aminoácidos: alanina, arginina, cisteína, fenilalanina, glutamato, histidina, tirosina, triptófano, etc. Son el material para producir proteínas, contribuyendo con átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
- Ácidos grasos: constituye el material base de producción de moléculas grasas. Con ellos se forma colesterol, sales biliares, cortisol, hormonas esteroideas, vitamina D, etc. Aunque también forman estructuras que sirven de almacén de energía (de C, H, O) como son los triglicéridos o la unión de tres ácidos grasos.
- Minerales: fósforo, calcio, hierro, etc. Son un material necesario para la formación de estructuras celulares y de transporte de sustancias.
La
alimentación
o proceso de digestión de alimentos, se produce en los 11 metros de tubo
digestivo y dura entre 55 y 62 horas. Empieza por la introducción en la boca de
un trozo de alimento, donde se tritura y se mezcla con saliva formando un bolo
alimenticio. Pasa por la faringe y el esófago, llegando al estómago donde
permanece de 2 a 3 horas para que se mezcle con el jugo gástrico y se produzcan
una eliminación de algunos microbios patógenos. Llega al intestino delgado
donde, gracias a un avance o peristalsis de 2’5 centímetros al minuto por sus 6
metros de longitud, permanece unas 8 horas, tiempo suficiente para que se
produzca una mezcla con los jugos intestinales, la bilis y el jugo pancreático,
lo que permiten la absorción de nutrientes y la destrucción de los patógenos
que han logrado pasar el estómago. Estos fenómenos se producen en las
vellosidades intestinales que son pliegues de la pared del intestino y que
permiten aumentar por 20 la superficie donde las células intestinales realizan
el 90% de la absorción de los nutrientes. Las células intestinales, que se
reemplazan cada 3 días, necesitan 8 litros de agua para realizar su función. Cuando
el resto de alimentos pasan al intestino grueso, o colon, pueden permanecer en
su metro y medio de longitud hasta 8 días. En el intestino grueso se produce una
absorción del agua que llega del intestino delgado, se realiza el rescate de
los restos de nutrientes que llegan con la ayuda de la microbiota intestinal. Esta
mezcla de 100 billones de microorganismos es única para cada persona y se
empieza a adquirir en el canal del parto en el momento del nacimiento, produciendo
una simbiosis con las células del intestino para conseguir la producción de
enzimas digestivas (lactasas, proteasas, amilasas, lipasas, etc), la producción
de vitaminas (B1, B2, B6, B12, K, Biotina, Ácido láctico), la producción de proteínas
o neurotransmisores (serotonina, dopamina, etc), además de tener una función
defensiva ante los microorganismos patógenos. En el intestino grueso también se
producen las heces (unos 200 gramos al día, unos 80 kilos al año) gracias a
unas ondas llamadas antiperistálticas que preparan los restos alimenticios. Al final
se produce la expulsión de las heces, que se puede realizar en cuatro ocasiones
al día, son los momentos donde se producen las ondas peristálticas del colón.
La
digestión está dirigida por el sistema nervioso entérico, compuesto por 100
millones de neuronas que emigraron desde el encéfalo a los 14 días de la
gestación. Se considera que es un “segundo cerebro” capaz de aprender, recordar
y actuar independientemente, y se comunica con el cerebro a través del nervio
vago o X par craneal (con fibras nerviosas autónomas parasimpáticas).
La
microbiota intestinal también influye en el crecimiento del cerebro al producir
el factor de crecimiento neuronal necesario para la formación de los circuitos
neuronales. En el momento de la infancia este fenómeno se considera esencial en
el aprendizaje, al formarse los
circuitos neuronales en los hipocampos y las amígdalas cerebrales que son las estructuras
dedicadas a la memoria y las emociones.
La
dieta
se refiere a la mezcla de alimentos, la forma de cocinado y la frecuencia de su
consumo. Existen muchos tipos de dietas, según la elección de cada persona. Una
de las dietas más aconsejadas por los médicos es la llamada dieta mediterránea,
ya que se compone de una gran variedad de alimentos y la forma de cocinado es
muy poco elaborada. Esta dieta se basa en alimentos crudos o cocinados a la
plancha, asados o cocidos; en el uso del aceite de oliva; en un aporte
equilibrado de todo tipo de alimentos que aporten proteínas; y un alto consumo
de verduras y frutas. Se considera una dieta equilibrada y aparece en otras
entradas.
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