En medicina, siempre se trabaja proponiendo a los enfermos un cambio (o varios) en relación a un hábito (o varios).
EJERCICIO
FÍSICO
Realizar
un ejercicio físico de intensidad leve (andar, bailar, etc) permite una salud
cardiovascular adecuada y mantener una movilidad aceptable de las
articulaciones. Sin embargo, realizar uno de intensidad moderada o fuerte permite que los músculos
se fortalezcan. La combinación de ambas
intensidades favorece la prevención de la osteopenia (“hueso de mala calidad”)
y la sarcopenia (“músculos débiles”).
La
intensidad del ejercicio se calcula con la frecuencia cardiaca máxima por
minuto a la que tendríamos que llegar según nuestra edad. Esa cantidad se calcula restando a
220 la edad que tenemos.
Por ejemplo, si yo tengo 60 años y quiero saber a qué frecuencia cardíaca debo llegar mientras hago ejercicio, resto mi edad a 220 y obtengo 160 (220 - 60 = 160). De ahí no debo pasar.
Un
ejercicio es moderado cuando llegamos al 65-70% de nuestra frecuencia de pulso
máxima por minuto. Y sirve para favorecer el consumo de grasa corporal si se
mantiene durante 30-45 minutos.
Siguiendo con el ejemplo: si tengo 60 años y mi frecuencia cardíaca máxima por minuto es de 160, calculo que haciendo ejercicio moderado llegaré a una frecuencia entre 104-112 pulsaciones.
Un
ejercicio es intenso (sprint) cuando llegamos al 80-85% de nuestra frecuencia
de pulso máxima por minuto. Y se consume glucosa cuando se mantiene, al menos,
durante un minuto.
Si hago ejercicio intenso podré llegar a tener entre 128-136 pulsaciones.
(Ejercicio moderado. Imagen cogida de Internet)
Para
tener más información sobre este tema puedes consultar las distintas entradas
que ya están publicadas en este blog.
Hola, muchas gracias por los consejos tan interesantes, en estos momentos estoy muy interesada en seguir con los ejercicios que propones, muchas gracias.
ResponderEliminarRosa desde Barcelona.